Nos ocuparemos de las habilidades para la vida, resolución de problemas, interacción social, ciudadanía responsable.
Entendemos como habilidad a la capacidad de una persona de ejercer una
conducta de intercambio con resultados propicios, favorables para satisfacer la
necesidad que generó dicha conducta.
Ahora bien, toda conducta implica conflicto, ya que surge por una necesidad
problemática que la motiva.
Aquí comienza parte de nuestro recorrido para pensar problemas. ¿Qué
entendemos por problema? En principio algo que resolver, susceptible de ser
aclarado “desovillado”, para lograr un fin, encontrar una respuesta o abrir a
nuevas preguntas. Pueden generarse en distintos escenarios: el científico, en
el lugar de trabajo, en la vida familiar etc.
Hace varias décadas atrás especialistas de diversos campos del
conocimiento, han mencionado la necesidad de trabajar en equipo para resolver
problemas.
Edgar Morín reclama
la elaboración de una "lógica de la complejidad”; el grupo operativo de
Pichón Rivière, el trabajo en equipo de Bonals, quienes destacan el aprendizaje
por resolución de problemas en el ámbito de la educación como Piaget, Aparicio,
Díaz Barriga por
mencionar algunos. Sin duda, las claves del
tema educativo se encuentran en estos referentes Se hace necesario también
recordar a Rousseau y Platón. El primero asegura que una educación
exitosa es la que permita “enseñar a vivir” y el segundo considera
que, para educar con éxito, es necesario el amor por la educación y por los
estudiantes. La pregunta que debemos hacernos es ¿por qué a pesar de la amplia información teórica que poseemos sigue siendo” un problema resolver
problemas a través del intercambio, mucho más a través de un intercambio
afectivo”?
Sería interesante compartir esta reflexión, qué
implica en nosotros interactuar, escuchar y trabajar con los puntos de vista de
los demás, tolerar diferentes ideas, tolerar en el sentido de aceptar en forma
saludable otras miradas y no tolerar en sentido “peyorativo de aguantar porque
no queda más remedio”, en definitiva, aprender a conversar con los que piensan
distinto.
Aprender estas habilidades nos permiten
interactuar de modo saludable con las personas que nos rodean de manera
adecuada, nos ayudan a trabajar en equipo respetando la diversidad de
opiniones, posturas y puntos de vista. Se refiere a la necesidad de estar,
trabajar y vivir con otros.
Al considerar la naturaleza del ser humano como
social, todas estas habilidades se despliegan en una sociedad determinada, a la
que a cada una y a cada una le toca “convivir”.
Es en ese espacio donde consideramos a la
ciudadanía responsable como la aptitud para ejercer una práctica social fundada
en el reconocimiento de la persona como sujeto de derechos y obligaciones y del
Estado como responsable de su efectiva vigencia.
Implica la toma de conciencia en el ejercicio de
los derechos y obligaciones en los ámbitos cultural, político, civil y social,
y el reconocimiento de su valor para el bienestar y el desarrollo democrático
de una sociedad. Puede ser extendida y ampliada a nivel global.
Volviendo a la pregunta planteada, si tenemos el
conocimiento, solo será cuestión de comenzar a trabajar diferentes estrategias
para para desarrollar y poner estas habilidades en práctica.
La situación actual, en un mundo interconectado nos impone pensar el futuro de la educación y el rol del docente, no sólo en .su transformación con las nuevas tecnologías, sino en la relación interpersonal con los alumnos. Se requiere generar vínculos de afecto y confianza con los alumnos para motivar, y potenciar aptitudes de cada alumno concebido como ser individual y único con solidez en su autoestima
Creemos que no se puede dilatar poner
el acento en lo que importa ahora, formar en:
· Habilidades para la
comunicación humana.
· Habilidades para el
pensamiento crítico y creativo.
· Habilidades para la
felicidad y el bienestar.
· Habilidades para la
comprensión y resolución de problemas.
· Habilidades para la interacción social y la
ciudadanía responsable
Lic. Cynthia Paganini
Formadora del equipo de CAEP