[1] Evaluación...
Un controvertido tema que requiere plantear y dar respuesta a interrogantes
tales como:
•
¿Qué es evaluar?
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¿Qué funciones tiene la evaluación?
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¿Qué se debe evaluar?
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¿Qué información se debe obtener de cada objeto
de evaluación?
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¿Quiénes son los destinatarios de la evaluación?
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¿Con qué métodos o procedimientos se evaluará?
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¿Qué criterios se usarán?
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¿Con qué indicadores?
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¿Con qué ponderación?
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¿Con qué instrumentos?
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¿Cuándo se va a evaluar?
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¿Qué evaluación se hará de la misma evaluación?
Cualquier proyecto formativo que pretenda ser productivo para una
Organización exige llevar a cabo una evaluación
del mismo. Evaluar permitirá tomar decisiones sobre cómo dar continuidad, o no,
al proceso de formación. Hoy se requiere tomar conciencia de que una acción de
capacitación no concluye en el aula, sino que su resultado en el puesto de
trabajo será el nuevo input para la búsqueda de la mejora y la identificación
de desvíos.
Hace más de 40 años, Donald L. Kirkpatrick presentó cuatro niveles de evaluación. A través de los mismos se permite
evaluar la reacción de los participantes en un determinado programa de
formación, como así también el grado de aprendizaje obtenido y su incidencia en
los puestos de trabajo y en la
Organización en su conjunto.
El quinto
nivel, fue investigado por Jack J. Phillips, el R.O.I (retorno de la
inversión) Éste implica la comparación, en valores monetarios, de los
resultados netos obtenidos frente al costo del programa formativo (expresado en
porcentajes).
Las herramientas
de medición, a través de indicadores, nos darán la información requerida para
la toma de decisiones.
[1] Tomado de
Huberman Susana, CÓMO GESTIONAR LA CALIDAD DE UN PROCESO DE CAPACITACIÓN.
Editorial Académica Española 2018 (Revisión 2019)