Tendencias Actuales en Capacitación


Vivimos en un mundo de constante cambio, existe la noción cada vez más generalizada entre los directores de las principales empresas del mundo de que los títulos universitarios ya no proveen toda la preparación necesaria para desempeñarse en el ámbito profesional.
Dado que las empresas en la mayor parte de las industrias dependen de la innovación y las nuevas ideas para diferenciarse de sus competidores, es la capacitación la fuente a la cual se recurre para acompañar el cambio creciente
El interés de los líderes de las organizaciones está en aquellos lugares que les permite aumentar su empleabilidad a través de saber más y de obtener nuevos saberes. Brindar cursos de calidad y otras oportunidades de aprendizaje se ha convertido en una estrategia para atraer y retener talento. Es por eso que no debe resultar sorprendente que cada vez más empresas estén poniendo el foco en la capacitación de sus fuerzas laborales.
Señalamos entre las nuevas tendencias:

La formación en habilidades blandas
Se trata de la capacidad de relacionarse con otras personas, de establecer una comunicación efectiva, de liderar procesos, de llevar adelante proyectos, de pensar críticamente, y de innovar y crear desde nuevas perspectivas.

La capacitación y la multiplataforma 
Una de las principales tendencias vinculadas con la capacitación tiene que ver con la adopción de nuevos espacios dedicados al aprendizaje. A diferencia de lo que ocurría en el pasado, cuando todo el entrenamiento ocurría en un horario específico en un aula o en una institución externa, hoy los empleados tienen acceso a una gran cantidad de herramientas que les permiten llevar adelante su proceso educativo. Además de los cursos presenciales, tanto internos como externos, es cada vez más frecuente el uso de la modalidad virtual.
Del mismo modo, los MOOCs, o cursos masivos, abiertos y online, han comenzando a penetrar dentro de las organizaciones, convirtiéndose en canales para el aprendizaje de saberes específicos, que permiten adquirir habilidades profesionales que permiten que los empleados se perfeccionen en sus áreas, o comiencen a vincularse con otras.
Al mismo tiempo, las empresas han comenzado a adoptar metodologías típicas de otros ámbitos de estudio, como el aprendizaje adaptativo (o Adaptiva Lear Ning, por su nombre en inglés). Se trata del uso de distintas aplicaciones de software que permiten realizar ejercicios, que se van adaptando a la capacidad del estudiante de resolverlos con éxito, incrementando su nivel de dificultad, o proveyendo de nuevas oportunidades para entender cuando éstos se estancan o no logran resolver uno con éxito.
Utilizando este tipo de software, y también los contenidos disponibles en cursos online, muchos programas de capacitación han comenzado a desarrollar sistemas de blended learning, que combinan el uso de herramientas online con clases y conferencias presenciales, de forma tal de afianzar el conocimiento.

La capacitación está en el aprendizaje es diario, y se integra al trabajo
La capacitación ocurre de manera cada vez más flexible e integrada con el trabajo diario. Si bien la idea de generar espacios específicos para el desarrollo de cursos y clases presenciales, tanto dentro de las empresas como en universidades y otras instituciones, no se ha abandonado, y sigue siendo una parte fundamental del proceso, el aprendizaje se está integrando cada vez más en la rutina diaria de los trabajadores.
Para esto, las compañías han comenzado a adoptar herramientas como las redes sociales, las cuáles permiten llegar a gran parte de los empleados de manera directa, muchas veces compartimentando la información en pequeñas piezas, de forma de hacer fácil su digestión.
Al mismo tiempo, muchas empresas están utilizando sus propios LMSs (plataformas educativas digitales internas) para crear tutoriales simples y accesibles, que permiten que los empleados accedan rápidamente, y por cortos períodos de tiempo, a la información necesaria para educarse en nuevos conceptos y procesos.
Sea cual sea el método elegido, el objetivo es hacer de la educación un proceso continuo, para el que no hay momentos específicos, sino que forma parte de la vida diaria. De este modo, también se busca generar la cultura del aprendizaje continuo, y motivar a los empleados para que se vuelvan proactivos en la búsqueda de información y en la generación de sus propios espacios de educación.

El móvil o teléfono celular es una pieza cada vez más importante del proceso de aprendizaje
El móvil o teléfono celular se está convirtiendo en una pieza fundamental para el desarrollo de los programas de capacitación. Y es que, con una fuerza laboral que utiliza de manera continua estos dispositivos, contar con herramientas y plataformas que permitan que desarrollen parte de su aprendizaje desde los mismos resulta vital.
Por el momento, sin embargo, apenas el 10% de las empresas utilizan aplicaciones o plataformas de aprendizaje que funcionen en el móvil. Pero esto deberá cambiar si se espera que se desarrolle la cultura del aprendizaje continuo, y si se busca maximizar las oportunidades de llegar con el contenido educativo a los empleados.

La capacitación se ha vuelto global gracias a las herramientas web 
Utilizando plataformas web, las empresas pueden diseñar programas globales orientados a sus empleados en todo el mundo. De este modo, es posible optimizar los costos y generar una cultura global capaz de garantizar una estandarización de los procesos y los conocimientos en todas sus sedes.
Además de utilizar sus propias plataformas internas, como ya hemos mencionado, muchas empresas están creando sus propios MOOCs, SPOCs (Cursos online, pequeños y privados) y otro tipo de recursos capaces de atender a las necesidades de su personal en todo el mundo.
La capacitación del personal está evolucionando a grandes pasos, en gran parte gracias a los nuevos desarrollos tecnológicos. Sin embargo, muchas organizaciones todavía no han desarrollado métricas que permitan determinar con precisión la efectividad de estos programas. 
Es necesario que las organizaciones tengan en cuenta los indicadores como satisfacción y motivación de los empleados, las cuáles pueden resultar un poco generales, y no métricas concretas como retención, presentismo, o facturación por empleado. Cambiar el foco puede ayudar a plantear objetivos más claros, y a determinar si éstos se están alcanzando.
En el siglo XXI contar con una fuerza laboral preparada, actualizada, innovadora, y capaz de manejar las últimas herramientas resulta vital para cualquier tipo de compañía. Es por eso que, durante los próximos años, seguramente observaremos una evolución continua del sector de la capacitación profesional, y un crecimiento de las oportunidades de negocio para los proveedores de contenidos, soluciones, y herramientas vinculadas con esta área.